El bullying escolar
no es un juego de niños
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Aunque sí, hay simplemente niños “llorones”, presta atención a señales de irritabilidad o a reacciones exageradas ante situaciones que puedan ser más cotidianas o que no justifiquen llorar y que se sientan de tristeza profunda. Un llanto desconsolado puede ser una señal de alarma porque puede ser de alguien que esté liberando sentimientos reprimidos.
Muchos niños pueden estar teniendo que vivir con la presión enorme de esconder la violencia intrafamiliar que está sucediendo en sus casas El cuerpo somatiza esta presión y hace que un niño pueda estar enfermo o parecerlo. Es muy normal que comience a tener dolores de cabeza o estómago muy frecuentes y hasta tener dificultades visibles en el movimiento.
Hay señales muy claras que pueden decirnos que un niño está siendo expuesto a violencia en la familia, maltrato intrafamiliar y más. Señales como: moretones, marcas de presión o rasguños en la piel, incluso cortadas causadas por ellos mismos, son un llamado de atención enorme. Presta atención también a señales como suciedad o desatención; estas podrían ser la consecuencia de un abandono o de que algo no anda bien en el hogar.
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Las personalidades solitarias son normales, incluso en los niños. La verdadera señal de alarma, son los cambios abruptos en los que, por ejemplo, un niño que antes era sociable e empiece a aislarse y a no tener relación con otros niños. La baja confianza para empezar tareas básicas, la baja autoestima o la incapacidad para expresar sentimientos, son otras señales a las que debes prestar atención. Si quieres saber un poco más sobre la autoestima y la autoconfianza de los niños, acá te contamos un poco más.
Un bajón repentino en las notas y en el rendimiento, es algo que sucede a menudo en niños que pueden sufrir las consecuencias de la violencia doméstica. Presta atención a sus notas, pero también a su interés por el estudio o para realizar nuevas tareas que normalmente a un niño le gustarían.
Cuando un niño, sobre todo de edad más avanzada ve violencia, también querrá replicar esa violencia. Es común ver niños que han sufrido violencia intrafamiliar, con comportamientos agresivos y abusones frente a los demás: respuestas groseras, violencia física, ser el bully de su salón, querer destruir cosas, sufrir de ataques de agresividad, etc. Un niño violento puede estar teniendo un referente paterno o familiar igual de violento o puede estar viendo en la violencia una forma de desahogarse frente a una situación agobiante en casa.
Estas son solo algunas señales con las que podrías detectar un posible caso de violencia doméstica. Actúa con precaución para identificarlos y si tienes seguridad absoluta de que algo está mal, comunícalo inmediatamente a autoridades competentes como las comisarías de familia. Tu detección puede ser el alivio que necesite una familia. Asimismo, fomenta en tu hijo una actitud abierta a entender y expresar sus sentimientos y a rechazar la violencia en todas sus manifestaciones. Hacerles entender lo que está mal, puede hacer la diferencia.
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