El bullying escolar
no es un juego de niños
Nos han hablado tanto del bullying o acoso escolar, lo hemos escuchado y leído tanto…
Conocemos la importancia de una infancia feliz. El gusto por el deporte, el cuidado del medio ambiente, las relaciones sanas con los demás, el disfrute pleno de cada instante de la vida y otros hábitos saludables, que se pueden forjar desde los primeros años de vida. Por eso, en este artículo, queremos contarte sobre nuestra filosofía Vivir con Sentido y cómo contribuye al equilibrio del ser.
Con pequeñas acciones podemos fomentar en los niños una vida en equilibrio, apasionada, positiva, feliz y llena de sentido, disfrutando el presente y visualizando el futuro. Para esto es necesario trabajar en 9 dimensiones:
Incentiva al pequeño a practicar algún deporte. Identifica qué le llama la atención, qué afinidad tiene, no le impongas ninguna actividad física que no quiera hacer.
Busca espacios en los que pueda desarrollar habilidades en dicho deporte y muéstrale todo tu apoyo: asiste a las competencias, motívalo a superarse y a seguir con disciplina.
De igual manera, juega en espacios abiertos con el niño y comparte dinámicas para que replique con sus compañeros. Por último, da ejemplo, demuéstrale los beneficios de hacer actividad física.
Una cena, un paseo, una salida a cine, los cumpleaños, entre otras fechas especiales, son espacios en los que la familia toma protagonismo y es ideal que el niño disfrute.
Dedica tiempo de calidad para compartir con tus seres queridos, especialmente con los niños. Tus hijos son el motor que te inspira para lograr los sueños, por eso es muy importante compartir tiempo de calidad con él, escucharlo, guiarlo, ser ejemplo.
Para esto es importante darle protagonismo, preguntarle qué quiere hacer, qué opina, qué haría. Procura que se toquen temas claros en los que todos puedan participar; trata de jugar o que hayan dinámicas, esto hará que el niño relacione estos momentos con algo divertido.
Recuerda darle prioridad a tu familia ya que es un eje central en tu vida.
Acá no hablamos desde el concepto tradicional de religión, sino que enfatizamos en la espiritualidad desde la auto observación, la posibilidad de conectarse consigo mismo, sus emociones y sentimientos para trascender.
¿Cómo lo llevamos al niño? ¡pregúntale cómo se siente! ¿qué genera ese sentimiento? Invítalo a conocer sus emociones, a pintarlas, a demostrarlas desde un diálogo sincero y respetuoso.
¡Escúchalos y comparte tu opinión con mucho amor! Esto forma el autoconocimiento que guiará su vida.
El emprendimiento puede ser el camino para que el niño comprenda el valor económico de las cosas. ¡Puedes asesorarlo para que monte su propio negocio! así él comprenderá la importancia de ahorrar y de invertir con inteligencia para obtener ganancias y de esta manera, en un futuro, comprar el juguete que tanto quiere.
En este link (video caja sorpresa) te recomendamos algunas ideas para que el niño comience a ser un emprendedor.
Es importante promover la solidaridad, el sentido colectivo y cuidar al mundo de Corazón; inicia por enseñarle a ayudar al otro sin esperar nada a cambio.
Por otra parte, hay voluntariados en los que los niños y los padres pueden participar y que fomentan valores para toda la familia, incluso desde el ámbito ambiental. Acá te mostramos algunas sugerencias para que el niño con acciones cuide el medio ambiente y así invierta su tiempo con un aporte sustancial al Planeta
¡Amar profundamente nos permite sentirnos más vivos! Creemos que el amor es una herramienta muy potente que facilita la generación de consciencia individual. Fomentar el amor por sí mismo es fundamental para que el niño se sienta seguro. Enséñale a reconocer su cuerpo y a cuidarlo. También es de suma importancia motivar el amor hacia el entorno y los demás. Cada acto debe representar el cuidado hacia la vida, hacia el planeta, hacia los demás. Para esto es de suma importancia enseñar al niño a respetar y valorar la diferencia y fomentar la tolerancia
Es necesario que el niño comprenda la importancia de cumplir con sus responsabilidades a tiempo, tanto las del hogar como las del colegio, para que así disfrute mucho más de los espacios libres.
Anímalo a invertir su tiempo en actividades que forjen sus pasiones en el deporte, en el servicio, en el emprendimiento, etc.
Ponte el siguiente reto: enséñale todos los días algo nuevo al niño. No tiene que ser algo profundo o técnico; tener buenos modales, ver desde otra perspectiva lo que sucede en su cotidianidad, tips prácticos, etc, son cosas que lo convertirán en adulto integral.
Por otra parte, siempre fomenta la responsabilidad y la pasión de sus actos, y motívalo a asumir nuevos retos. Recuerda que la disciplina empieza desde casa.
Potencializar la pasión en el niño trae grandes frutos. Escúchalo e identifica en su comportamiento habilidades que se pueden fortalecer con clases, talleres y semilleros.
Fomenta su lado creativo con tutoriales y motívalo siempre a cultivar sus pasiones. Si trabajas las otras 8 dimensiones, esta última será el complemento para ir formando una persona integral.
Tenemos la certeza que trabajando estas dimensiones en familia, el niño crecerá queriéndose, valorando el tiempo con sus seres queridos, afinando sus pasiones y asumiendo retos que lo convertirán en un adulto integral y que le darán un propósito y sentido a lo que hace.
¡Trabajemos juntos por una infancia en equilibrio y siempre cargada de felicidad!
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