Los juegos educativos además de ser divertidos, son una excelente metodología para desarrollar habilidades, capacidades y generar nuevos conocimientos; por eso, aquí te enseñamos cinco dinámicas para divertirte con tus niños mientras aprenden.
1. ¿Recuerdas el objeto?
Este es uno de los juegos educativos que estimula la memoria. Toma una bandeja y coloca encima doce objetos diferentes, tanto objetos comunes como inusuales. Muestra la colección de los objetos seleccionados a los niños durante unos 5 minutos (puedes añadir más o menos tiempo según de la edad de los niños). A continuación, sal de la habitación con la bandeja, retiras un objeto y pide a los niños que digan cuál es el que falta. Sigue así hasta terminar con los objetos y ofrece una recompensa a los niños que adivinen.
2. Descubrir sabores
Esta actividad permite activar los sentidos. Los niños con los ojos vendados irán probando una cucharadita para degustar los alimentos que has preparado con antelación. Puedes incluir sabores dulces, salados, ácidos; por ejemplo: mermeladas, miel, galletas, maní, café. También puedes cambiar la mecánica del juego haciendo que los niños adivinen platos u otros objetos a través de los olores.
3. Inventar un cuento
Es muy divertido cuando los padres juegan con sus hijos, en especial cuando estos juegos aportan al desarrollo de habilidades lingüísticas: estimulan el vocabulario, la redacción y la creatividad.
Esta actividad les permitirá construir historias. El primer paso es que alguien comience a contar algo y los demás, por turnos, van añadiendo un par de frases hasta completar un cuento; lo mejor es que un adulto vaya escribiendo; el resultado suele ser un cuento muy divertido. Al final pueden leer toda la construcción.
4. Juegos de Ingenio
¡Consiste en poner a volar la imaginación! Esto nos ayuda a fortalecer la creatividad. La idea es retar a los niños a decir palabras con ciertas características. Por ejemplo: “quién dice más nombres de niña”… también funciona con nombres de utensilios de cocina, de profesiones, de juguetes…
El juego se puede ir complicando según el ingenio de los participantes. Pueden pedir palabras curiosas, como por ejemplo nombre de cosas que quepan dentro de una caja de zapatos, platos que se puedan comer con la mano, animales que no tiene pelo, o cualquier acertijo que se nos ocurra.
5. Fui al mercado y compré…
Un juego ideal para poner a prueba la memoria de los más pequeños de la casa. Sentados en la sala de casa, uno de los jugadores comienza diciendo: “fui al mercado y compré mandarinas”; el jugador siguiente añade un producto repitiendo el anterior: “fui al mercado y compré mandarinas y lechuga”; “fui al mercado y compré mandarinas, lechuga y queso”; “fui al mercado y compré mandarinas, lechuga, queso y un kilo de naranjas”, así sucesivamente.
Los jugadores se van eliminando a medida que no consigan recordar lo que han dicho los demás.
Finalmente puedes utilizar tu creatividad para hacer de estos juegos una dinámica más activa, en donde tus hijos tengan que correr o saltar cuando sea el turno de cada uno, así lograrás que hagan actividad física mientras aprenden.
También te puede interesar: 4 actividades offline para aprovechar el tiempo libre con tus hijo
Por cierto, tu hijo amará el video “Maratón de curiosidades”, aquí aprenderá por medio de acertijos, nuevos datos curiosos.
¿Te gustaron estos juegos educativos?
Escríbenos en nuestras redes sociales y cuéntanos cuál es tu favorito.